La
Corte Suprema de Justicia de la República dispuso la restitución
de Lizardo Jaime Benites Panuera en su puesto de trabajo en la SUNAT,
a pesar de que fue despedido, en diciembre del 2005, por solicitar 15 mil
dólares a un importador para “arreglar” una deuda tributaria,
durante una auditoría de fiscalización que se le venía efectuando.
El
caso se remonta al año 2005, cuando el empresario denunció al entonces
trabajador de la División de Almacenes de Aduanas ante la Oficina
de Control Interno de la Administración Tributaria, por las presiones
que venía recibiendo de parte de Benites Panuera, quien exigía,
irregularmente, un pago para solucionar sus problemas tributarios.
Gracias
a la colaboración del denunciante (que entregó los audios de las
conversaciones telefónicas sostenidas como parte de las supuestas
negociaciones), se logró confrontar a Benites con pruebas irrefutables, asumiendo
la responsabilidad de sus actos. De esta manera, se procedió a su
despido inmediato de la Institución.
Sin
embargo, el ex trabajador presentó una acción de amparo contra
la SUNAT, por una supuesta violación de sus derechos laborales,
ante el Poder Judicial de Huaura, entidad que falló a su favor y
dispuso su reincorporación en agosto de 2006.
En
octubre de ese mismo año, el ente recaudador lo despidió nuevamente, al
presentar como pruebas del delito, las grabaciones en las que asumía su
responsabilidad por los hechos, que no se habían utilizado en el primer
proceso judicial.
A
pesar de ello, Benites insistió ante la Corte Superior de Justicia de
Huaura en dos oportunidades más (en agosto del 2007 y mayo del 2008),
procesos que fueron declarados improcedentes.
Finalmente,
llevó su caso a la Corte Suprema de Justicia de la República, en
octubre del 2008, órgano que, contra todo pronóstico y desconociendo
los antecedentes del citado ciudadano, dispuso que vuelva a laborar en
la SUNAT, en julio de este año, argumentando que, supuestamente, no se había
cumplido con su reincorporación en el 2006.
Cabe
precisar que, actualmente, Benites sigue un juicio por delito de tráfico
de influencias interpuesto por el ente recaudador ante el Trigésimo
Juzgado Penal, desde el 2007. Sin embargo, viene dilatando el peritaje de
su voz para compararla con los audios presentados como pruebas. En tanto
este proceso no concluya, la SUNAT deberá, lamentablemente, reincorporarlo en
sus funciones.
Gerencia
de Comunicaciones e Imagen Institucional